Mis dedos se deslizan en un líquido temporal, sonrío y lloro cuando menos lo imagino.
Mis suspiros añaden a la atmósfera una magia particular, al propio mundo que he creado a mi alrededor, a los colores que he añadido al sintonizar.
El contraste me llena, la vida y la muerte tienen su razón de ser: una escala de emociones conforman ese gran cuadro único, irrepetible.
Y aquí estoy, simple y compleja; triste y alegre; negra y blanca; madura e infantil… simplemente, estoy aquí.
Somos un todo.
Ahnira Sang